Aspirar: Es la acción de absorber el polvo, o la
suciedad sólida o líquida que se deposita en los suelos, mobiliario, alfombras,
etc.
Aspirado selectivo y a fondo: Aspirar selectivamente, quiere decir que
sólo aspiramos aquellos lugares que obviamente están sucios; al contrario,
Aspirar a fondo implica aspirar toda la superficie, haya suciedad visible o no,
con éste se elimina también la suciedad invisible, cosa imprescindible para el
mantenimiento de pavimentos textiles.
Este procedimiento, consiste en pasar la
boquilla de aspiración una vez y despacio, por encima de la superficie objeto
de limpieza. Las pasadas no deben pasar un largo de 40 a 60 cm. y se deben
solapar. Lo que se quiere decir, es que cada nueva pasada debe sobrepasar, unos
10 cm. de la anterior, al objeto de no dejar ningún lugar sin aspirar. Los
movimientos lentos son importantes, puesto que si movemos la boquilla con
excesiva velocidad, la corriente de aire que tiene que aspirar el polvo y la
suciedad, se queda sin efecto. El aspirador industrial se lleva siempre para
adelante en largas pasadas sobre el suelo, a una velocidad que permita el
aspirado de la suciedad que se pretende elimina.
Descripción de la tarea: Es un sistema de limpieza para eliminar
mediante la succión (creación de vacío) cualquier tipo de material, sólido,
líquido, suciedad suelta y polvo.
Cuando se realiza la tarea: Es una de las tareas del mantenimiento
diario, y se emplea, tanto en suelos rugosos (hormigón y piedra natural), como
suelo blando como moquetas, etc. Herramienta a utilizar Según la extensión de
la superficie a limpiar se emplea el aspirador correspondiente así, para
pequeñas superficies se utilizará el aspirador doméstico para superficies
medias se requiere un aspirador profesional y para superficies aún mayores y de
suciedad de mayor calibre será preciso la utilización de un aspirador
industrial.
Preparación para proceder a la tarea: Para proceder al aspirado de polvo,
debemos disponer de un aspirador con tubos y boquillas adecuados, una bolsa de
aspirador de recambio además de una bolsa de basura y cepillo. Descripción del
método de trabajo Depende del tipo de suciedad y de lo que nos indica el
programa de trabajo, podemos aspirar selectivamente o aspirar a fondo.
Aspirador para polvo: Si el polvo es poco pesado lo que nos
interesa no es poder levantar la suciedad de la superficie, sino que sea capaz
de filtrar y retener partículas muy ligeras, por lo tanto, buscaremos que tenga
una superficie de filtrado elevada aunque la depresión sea menor. Lo mejor es
que el diámetro de los tubos, boquillas y mangueras sea amplio. Lo que nos
interesa es, que el accesorio remueva el polvo y lo ponga en suspensión en el
interior del accesorio. Es importante que tenga mucho caudal de absorción para
que pasen por los filtros la mayor cantidad de metro cúbicos de aire con polvo.
Entre otros accesorios están: la boquilla plana, la boquilla de cepillo, de
rendija, para muebles, para radiadores, (para aspiradoras de polvo); además de
los alargadores. El mantenimiento básico, consiste en sustituir la bolsa de
polvo cuando está llena o limpiar el filtro de polvo o de agua o mixto,
comprobar que el cable no tiene roturas y limpiar la máquina y los accesorios.
Para guardar se separan los tubos y boquillas, procuran no doblar excesivamente
el tubo flexible y enrollar el cable eléctrico.
Aspirador para líquidos: La aspiradora de agua succiona los
líquidos hacia dentro a través de su boquilla y tubos de aspiración, lleva un
filtro muy tupido y un flotador, que para el motor cuando llega a un nivel
determinado el líquido aspirado. Tiene una boca de aspiración que puede ser
fija. Los accesorios son la boquilla plana, la boquilla de cepillo, de rendija,
para muebles, para radiadores, (para aspiradoras de polvo); además de los
alargadores. El mantenimiento consiste en sustituir la bolsa de polvo cuando
está llena o limpiar el filtro de polvo o de agua o mixto, comprobar que el
cable no tiene roturas y limpiar la máquina y los accesorios. Para guardar se
separan los tubos y boquillas, procuran no doblar excesivamente el tubo
flexible y enrollar el cable eléctrico. En este otro caso lo que más nos
interesa es que el aspirador deje la superficie lo más seca posible. Para que
arranque el agua y la suciedad de la superficie necesitamos que el aspirador
tenga un gran poder de absorción. Para ello reduciremos el diámetro de los
accesorios, disminuyendo de esta forma el caudal. Nos interesa un aspirador con
elevado poder de depresión, por encima de los 2100 milímetros columna de agua
(mm C. H2O)
Mantenimiento diario: Siempre desenchufaremos el aspirador antes
de manipularlo. Limpiaremos el recipiente, para que no queden restos de agua
sucia ni de residuos. Sobre todo limpiaremos bien la viruta metálica que da
lugar a oxidaciones. Después de aspirar polvo vaciaremos el depósito y
limpia-remos los filtros o cambiaremos la bolsa de papel si es necesario. Si el
aspirador tiene un sensor de llenado limpiaremos y secaremos las sondas.
Comprobaremos diariamente las boquillas y tubos para que no haya posibles
obstrucciones o incrustaciones.
Para ello desconectaremos todos los días
los accesorios para que no se den progresivos bloqueos. Si es necesario lo
lavaremos con agua corriente y lo dejaremos escurrir.
Nivel de filtrado: Hay lugares en los que dado el
tipo de residuos; que pueden ser peligrosos o contaminantes o por ser un lugar
en el que pueda haber personas especialmente vulnerables, es necesario llevar a
cabo un filtrado en profundidad (hospitales, laboratorios, etc.). Para esto
tendremos que utilizar filtros especiales como el ULPA que retiene el 99,99 por
ciento de las partículas mayores de 0,12 micras (milésima de milímetro) o el
HEPA, que retiene el 99,97 por ciento de las partículas mayores de 0,3 micras.
Los aspiradores convencionales que llevan un filtro textil de protección del
motor y una bolsa de papel filtro desechable, tienen niveles de retención del 90
al 95 por ciento de las partículas mayores de 7 micras, por lo que es
suficiente para lugares como oficinas, hoteles, etc. Pero tendremos en cuenta
que no retiene algunos tipos de bacterias y células de levaduras (hongos
unicelulares) y mohos.
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